domingo, 16 de abril de 2017

Vi Shingeki no Kyojin Y…


Por Leo ‘Corvo’ Meléndez.

Después de un largo tiempo que me negué ver animes por años (Y que luego explicare el porqué), por curiosidad me dio por ver la caricatura Shingeki no Kyojin (Attack On Titan en inglés) y mi veredicto es: una muy buena serie animada de ‘monos chinos’. Permíteme explicarle las razones. 

Cuando estaba viendo el primero episodio, lo primero que me llego a la mente fue la película Starship Troopers. Un filme basado en un libre de ciencia ficción escrito por Robert A. Heinlein. En la película se narra la vida de un joven que desea enlistarse en la fuerza militar planetaria para atacar una amenaza galáctica, pero sus padres están negados a la idea de que su niño sea parte de la infantería y muera en combate. Todo el malestar familiar acaba cuando su ciudad natal es destruida por un ataque de los arácnidos (Los enemigos a vencer de la película).

Attack On Titan tiene ciertas similitudes con el filme. Eren Jäeger desea ser parte de Legión de Reconocimiento (La división del ejército que se enfrenta a los titanes), pero sus amigos y familia lo regañan por la idea. Hasta que de la nada, aparece un titán enorme que destruye la entrada de la muralla y provocan que se cuelan otros de menores tamaños. Cosa que no le quita lo fatal a la tragedia y mueran decenas de personas en la ciudad donde vivía, incluyendo a sus padres. Tras haber sufrido una catastrófica perdida de vidas tras años de paz, la humanidad atrincherada en los dos últimos muros (Que crearon para defenderse de los titanes) planean retomar la zona perdida a la fuerza y con astucia. Y Eren junto con sus amigos están dispuestos a arriesgar sus vidas con tal de cumplir ese sueño.

Parecido entre sí, ¿verdad? Y es fascinante ver como jóvenes sacrifican sus vidas por defender su hogar. Que probablemente lo más parecido a la realidad con esa idea, sería leer los testimonios de soldados ingleses dirigirse a territorio ocupado por los nazis y sin garantía de regresar a casa con vida en la segunda guerra mundial.

Otra cosa que me gusto, es la constante crítica y mofa a la elite de ese reino. Recalca lo inútil que son los niños fresas de la Policía Militar, lo molestos que son los clérigos de la muralla y lo berrinchuda que es la nobleza. Gente que solo estorba con la burocracia. Lo que recalca la idiosincrasia del japonés. El ser sacrificado para que los demás estén en paz.

La violencia es muy cruda, pero sin rayar en los morboso o incómodo, haciendo tortuoso ver como muere cada persona que aparece en pantalla. Los personajes son lo suficientemente carismáticos, que sus muertes te calan hasta en el alma.

Los momentos de acción son muy dinámicos y divertidos. Te inyecta de adrenalina al ver cómo anda volando por los aires los soldados y rebanan los miembros de los titanes. Sumandole el peligro constante de ser aplastados, golpeados de un manazo o comidos. Y cuando sucede, es cruel la escena.
Es interesante ver que los titanes no tienen un aspecto feral o agresivo, sino deformes. Como si el creador le diera por poner lo más horrendo del físico del hombre. Tienen unas caras peculiares. No como de una bestia, si no, como de un infante indolente e infernal. Una sonrisa carente de empatía, que te está diciendo que vienen a joderte.

Creo que lo único molesto del anime, son los monólogos internos de los personajes. Me dan tanta hueva cuando tienen su minuto de reflexión personal y se echan su discurso. Se me hace tan sobrado eso que te estén recordando sus motivaciones, cuando ya lo sabes desde un principio.

En resumidas cuentas, es un anime que vale el tiempo o dinero invertido en él. Y ya ando clavándome en la segunda temporada. Hace AÑOS que no tenía ese impulso enfermo de ver cada episodio lo más pronto posible.

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