Por Leo ‘Corvo’ Meléndez.
El 4 de Febrero se festejó una
tamaliza en Reynosa, para conmemorar el adeudo por el muñequito de la Rosca de
los Reyes Magos. Evento que NO SE PRMOVIÓ por redes sociales, lo que significa
que ya arranco de mala manera. Primer strike.
El ‘magno’
festejo se llevó a cabo en la Plaza las Américas (Zona Centro), lugar que últimamente
se ha descuidado mucho por el gobierno municipal antecesor, los problemas económicos
a nivel nacional y la inseguridad, elemento que quita lo atractivo para ir
hasta allá, especialmente si se viene de colonias muy alejadas, como
Bugambilias, Jarachina o Villa Florida. Y si carecen de un coche, menos ganas
dan. Segundo strike.
En la periferia del kiosko
estaban los puestos de los productores de tamales que venían a promover sus
trabajos culinarios. Aunque al principio de mí llegada no estaban ofreciendo
tamal alguno a degustar, veía como le echaban ganas para dejar una buena imagen
al público. Algunos muy bien trabajados en su aspecto, otros no tanto, y
algunos cuantos de plano muy burdos.
Para alegrar la tamaliza que
organizó gobierno municipal de Reynosa, trajo al grupo bailable Instituto deDanza Folclórica Nuevas Raíces, presentado por los integrantes de cabildo
reynosense. Grupo conformado por jovencitos y jovencitas dedicados a bailes
tradicionales mexicanos. Chavitos muy talentosos que amenizaron con su trabajo
artistico el ambiente del evento. Es tanto su dedicación, que en una parte se
bajaron del kiosko para invitar a los espectadores a bailar con ellos. Una de
las amables muchachas se me acerco y me dijo, “¿Gusta bailar conmigo?”. A lo
que yo dije un rotundo “NO”. Me imagino que la horrorizo mi cruda respuesta,
pero con una sonrisa, prosiguió con el siguiente hombre dispuesto a bailar con
ella.
Si hay algo negativo que recalcar
de ese momento, es el estado deplorable del kiosko, y es una vergüenza que los
organizadores no hayan dado una remodelación al lugar. Se veía despintado, con
oxido en algunas partes y con algunas tablas podridas por la humedad en el
techo. Pésima manera de ofrecer un espacio a personas dedicadas a fomentar la
cultura en nuestra ciudad. Así que, tercer strike.
Ya pasando a lo siguiente, los
regidores pasaron a comer, AUN cuando se aclaró por las bocinas que los
primeros que iban a probar los tamales eran los jueces invitados. Pero creo que
ellos ya se estaban muriendo de hambre, así que imagino que prefirieron mejor
adelantarse, que antes caer de inanición.
De los puestos de tamales que
tuve la oportunidad de probar fueron tres. Lamentablemente solo me acuerdo de
uno (Tamales Dely´s) en este momento, porque me dieron un folleto de quienes
eran. Los demás, lamentablemente, no tuvieron tarjeta de presentación o un
papelito que diga su nombre. Ahora, solo tuve oportunidad de ir a tres puestos.
Me imagino que en otros si tenía una tarjeta de presentación o algo parecido
para que uno, como consumidor tamalero, pueda contactar con ellos. Lo digo
porque unas jovencitas se me acercaron para darme la tarjeta de Tamales Angélica,
que también están ricos.
Pasando al siguiente tema que
atañe respecto al festejo. Hubo dos cosas que me llamaron la atención. Un café
rico con un accidentado presentación, y el comentario no muy ilustre de una
servidora pública.
Fui a un puesto de café mexicano
llamado Café Tatiaxca, ya que mis amigos me animaron a probar. Aun atiborrado
de comida, no me pude tentar la idea de un cafecito. Así que con una voluntad
de acero y tripas atiborradas de tamales, fui gustoso a pedir mi vaso de café
%100 mexicano. Lamentablemente algo le paso a la cafetera, que dejo enfriarse
tan valiosa agua negra de placer energético, así no me quedo de otra más que
esperar. No me molesto. Lo tome como una buena señal para darle tiempo a mi
intestino a que trabajara con la comida y diera más espació para el café.
Pasaron más minutos y seguía sin haber café caliente. Conforme pasaban los
minutos, más se me empezaba agotar la paciencia y las ganas de probar el café.
El dueño del café, amable y tranquilo ante la situación, hacia lo imposible por
hacer arrancar la máquina y tener ya disponible tan delicioso néctar cafeinado.
En lo que salía, se acercó una
regidora también a degustar el café. Muy afable, muy tranquila, muy linda con
todas las personas. Yo solo me limite a dar una mirada apacible, aunque ya me
estaba hartando de estar esperando por el trinche café. En ese ratito de
platica que ella daba, dice el siempre choteado, “Pues hay que apoyar el
producto mexicano”. Yo lo único que pude hacer en ese momento, era tragarme mi
comentario ríspido respecto a esa idea. Igual, le seguí la plática amena que
ayudo a entretenerme un ratito más, en lo que ya estaba el café.
Mi opinión que me guarde era lo
siguiente: no voy a fomentar el producto mexicano, si está mal hecho. Me vale
madres si de donde venga lo que voy a consumir. Lo que quiero, es un servicio,
un aparato o un platillo excelentemente bien hecho. Debemos quitarnos esa
horrenda oración de nuestra mente, porque creo yo que seguimos solapando la
mediocridad en nuestra sociedad.
Ya para darle conclusión a mi
experiencia en la tamaliza que organizo Gobierno Municipal de Reynosa. Fue un
poco menos mediocre el evento que organizo. Seguridad ante todo y sin ningún peligro.
Las personas se veían bastante alegres con los tamales y el show que realizaron.
El Instituto de Danza Folclórica Nuevas Raíces hizo un fantástico trabajo,
aunque sigue dando pena el lugar donde lo realizaron. A mí la neta me da
flojera los políticos que se presentaron. Para mi es lo de menos y no debieron
adelantarse a servirse los tamales, porque el festejo debe estar pensando para
los ciudadanos. No para ellos.
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